sábado, 24 de mayo de 2014

TOP 10 Paises mas Desarrollados de America Latina

PERSPECTIVA LATINOAMERICANA POR LA CEPAL

Las instituciones juegan una papel muy importante en la distribución de la riqueza y que esta política de distribución de ir de la mano de la política de la productividad y, por tanto requiere un cambio estructural como la CEPAL lo ha reiterado, La igualdad es el horizonte, el cambio estructural el camino y la política el instrumento.
La CEPAL resalta la igualdad, un mejor funcionamiento en cada institución para que se puedan lograr objetivos claros en materia económica, social y política.

El organismo regional de Naciones Unidas advierte de que, tras el período de bonanza económica de 2010-2011, las economías de la región se desaceleraron en 2012 y 2013, lo que parece anunciar escenarios futuros de menor crecimiento y, por tanto, de menor dinamismo en el mercado de trabajo, lo que puede incidir en el ritmo de reducción de la pobreza y la desigualdad.

Según las nuevas proyecciones de la CEPAL, los países de América Latina y el Caribe crecerán en promedio 2,7 % en 2014 debido a un acotado dinamismo de las principales economías de la región. Esa cifra es levemente superior a la de 2013 (2,5 %) e inferior a la pronosticada en diciembre (3,2 %).
En este contexto, la CEPAL aboga por pactos fiscales en los que se consagren reformas tributarias que permitan aumentar los recursos públicos, construir una institucionalidad pública más robusta y eficiente y lograr un mayor impacto redistributivo. Estos pactos deben ser el mecanismo para hacer viables los demás acuerdos sociales.
La CEPAL advierte sobre la necesidad de lograr un mejor equilibrio entre el consumo privado y público, y a lienta para que sea el estado quien sea la base de la protección social y para un mayor bienestar, pueda proveer servicios públicos de calidad en materia de salud, educación, transporte, seguridad y medio ambiente.

La CEPAL también aboga por equilibrar la expansión del consumo con una mayor inversión. Hasta el momento, ésta muestra bajas tasas y está concentrada en sectores no transables o productores de recursos naturales.
propone un pacto que logre, a través de incentivos de la política industrial, el aumento y la diversificación de la inversión con el fin de conformar una estructura productiva que fomente el progreso técnico, reduzca las brechas de productividad, promueva una mayor inclusión social  frente a los choques externos.

Esto debe ir acompañado de un pacto para la igualdad en el mundo laboral que incluya un programa de apoyo para reducir esas brechas de productividad, de ingresos laborales y de calidad del empleo, y equilibrar, en lo que respecta a la distribución por género, el trabajo remunerado y no remunerado.



Finalmente, la CEPAL llama a la comunidad internacional a sellar pactos que respeten el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas que cierren ciertas asimetrías a nivel global y eviten que sean las personas o los países más vulnerables quienes terminen asumiendo los mayores costos de vivir en un escenario más incierto y con mayor escasez de recursos naturales.

COMPETITIVIDAD LATINOAMERICANA


La competitividad de un país o de una región debe ser ponderada considerando el contexto y en función del entorno internacional del que es parte el país analizado, es decir que no podemos hablar de competitividad latinoamericana sin considerar las cambiantes condiciones en que el mundo se desenvuelve.
La aleatoriedad casuística que caracteriza el comportamiento de los mercados externos, unido su errático accionar, sus tendencias al consumo, la prevalencia o hegemonía comercial de ciertos mercados, así como las constantes hipótesis de guerra, cambian los parámetros con que la competitividad puede ser evaluada.

Al analizar el comportamiento de los escenarios comerciales internacionales, se observa que año tras año cae el consumo de bienes tangibles frente a los servicios, así como los (Pmd) países de menor desarrollo económico relativo continúan como proveedores de productos básicos, con bajo o nulo valor agregado, en tanto los PMD o países desarrollados proveen tecnología y servicios. Como consecuencia, podríamos aseverar que, siendo la totalidad de los países latinoamericanos, en vías de desarrollo, y consecuentemente proveedores de básicos sin especialidad, su posición competitiva no debiera ni mucho menos descollante.

Desde luego que tal aseveración tiende a ser un promedio ponderado desde que no podemos poner en igualdad a todos los países, donde hay proveedores de commodities y otros con algo de valor agregado
Otras cuestiones que también tienden a mostrar desigualdades en el desarrollo del comercio internacional son las fuertes diferencias en las situaciones políticas, sociales, culturales y principalmente económicas propias de cada país que marcan fuertes diferencias en la competencia externa y la continuidad de las políticas de exterior
En las economías andinas, de fuerte dependencia de la salida de sus recursos, una especial atención requiere el comportamiento del mercado petrolero donde entre 2000 y 2001, el precio del barril del petróleo crudo pasó de US$ 25.1 a US$ 19 debido a una sobreoferta de crudo, parámetros que se traducen en una balanza comercial errática

En este contexto, también la crisis económica y financiera de Argentina constituyó otro hecho importante que incidió fuertemente en la inestabilidad financiera de la región ante la posibilidad de un posible efecto contagio. Sumado a ello, se debe considerar que los mercados emergentes no fueron el mayor atractivo para los inversionistas extranjeros a pesar de la política monetaria expansiva aplicada en la economía de Estados Unidos
Existe una gran diferencia en la comercialización de productos básicos o primarios, a los que se denomina “Commodity” y de los que Latinoamérica sigue siendo exportador consecuente, y la de los productos terminados o de valor agregado, pero la principal diferencia es en quien queda con el mayor margen comercial y la inseguridad por el no poder manejar factores de producción además de la falta de lealtad de los compradores, desde que la producción de básicos se basa en la:
Disponibilidad abundante de materia prima, generalmente estacional, lo que genera altos costos fijos; Materia prima de calidad, para disponer de un buen producto final; Mano de obra calificada aunque estacional, es decir que al producir estos bienes no se está en condiciones competitivas frente a productores seriados que no dependen de la estacionalidad. Tomemos por ejemplo los principales productos exportados por Ecuador en solo dos años de comparación y observaremos que, el precio de cacao en grano cayó de us$ 991 en el 2001 a us$ 765 por tonelada en el 2002 en tanto que el banano, que caracteriza a ese país, experimento una caída en los precios en el mismo período de casi un 7%
Algo similar ocurrió con los productos agroindustriales de bajo valor agregado, como las conservas de pescado cuyo valor por tonelada a 2001 era de us$ 1849,- para el 2002 ya habían bajado a us$ 1615

La balanza comercial fue nivelada por el fuerte aumento del petróleo, que pasó de us$ 19 el barril en el 2001 a us$ 25,1 el barril en el 2002, además de un alza en el precio de los frutos de mar Esta situación se clona al efectuar el análisis de los productos exportados por cualquier otro país de América Latina (tal el caso de Guatemala mencionado anteriormente) y principalmente los de la cuenca del pacífico

Esto significa que los operadores, que por la naturaleza de sus producciones, tienen respuestas dilatadas en el tiempo a estas requisitorias, deban dedicar mayor atención a la interpretación de las cuestiones de política social y situación cultural de cada mercado con preeminencia frente a las cuestiones de política económica

Por todo ello, mientras no se cambien las condiciones geopolíticas de la región que permitan establecer diferencias comparativas por país, no podremos pretender una diferenciación productiva que posicione a los países como proveedores de rubros específicos y únicos por su valor agregado como tampoco ponderarlos bajo las actuales reglas de la competitividad.
Un papel importante en esta relación juegan los procesos de integración en los que los países participan, tales como La Comunidad Andina de Naciones, el Mercosur ampliado, el Nafta, y su desigual dinámica de compromiso integrador, procesos que debieran ser el motor de la especialización, herramienta fundamental en el proceso de agregar valor.

Una esperanza que no es tal, en materia de aumento de competitividad internacional la constituyó la idea de una mayor integración con los países del norte en la Asociación de Libre Comercio de las Américas (ALCA), desde que lo que se propone no es un desarrollo sostenido y sostenible que permita un crecimiento por rubros de especialización, sino meras metas estratégicas del norte al sur que permitirán la subsistencia del actual estado de cosas

No podemos dejar de destacar que el cambio producido en los procesos proteccionistas que relativizan los controles económicos de entrada a los mercados, frente a la nueva presencia de barreras neo - proteccionistas cada vez mas estrictas, que privilegian el respeto del cumplimiento de normas técnicas, sanitarias, orgánicas y biológicas, administrativas y formales, además del establecimiento de precios globales conformados entre el oferente y todos los competidores afectan más fuertemente a los productos básicos y alimenticios, de los cuales Latinoamérica es proveedor

ASPECTO TECNOLÓGICO LATINOAMERICANO

América Latina y el Caribe presentan un histórico rezago en innovación, ciencia y tecnología que requiere de políticas públicas por parte de los Estados y un mayor compromiso del sector privado para fomentar el desarrollo de la economía de la región.
Así lo señala el informe “Señales de competitividad de las Américas 2012” presentado en la inauguración en Cali del VI Foro de Competitividad de las Américas. El documento se dio a conocer durante la Reunión Anual de la Red Interamericana de Competitividad (RIAC), coordinada por Colombia con el apoyo de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
La investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre competitividad de la región indica que “los países de América Latina y el Caribe siguen rezagados en términos de capacidades científicas, tecnológicas e innovadoras”, según el documento.
Factores de creación de la innovación, tales como la inversión en Investigación y Desarrollo (I+D), la participación del sector privado en el sistema de innovación, el capital humano, las publicaciones científicas, patentes, y el uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), “no corresponden con el tamaño de las economías de los países y el nivel de ingresos de sus poblaciones”.
Ello representa un problema importante para la región, ya que “la innovación es reconocida como un componente fundamental para el desarrollo económico a largo plazo y como factor clave para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de las Américas”.
El predominio de las materias primas y las manufacturas en las exportaciones tampoco ayuda a propiciar un escenario industrial equilibrado que permita asumir los riesgos que acarrea la innovación, señala el informe.
Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) resaltó también el retraso de la región en cuanto a la inversión en I+D. “América Latina invierte en I+D un porcentaje del producto (PIB) que es menos de la cuarta parte de lo que destinan los países desarrollados”, señala la CEPAL, algo que el BID confirma en cifras recogidas por la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología.
Cifras. Según esos datos, en 1999 las inversiones en I+D de América Latina y el Caribe equivalían al 0,55% del PIB, mientras en 2009 eran del 0,69%; al tiempo que en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), como Alemania, Estados Unidos y Canadá, entre otros, aumentaron la intensidad del 2,16% al 2,40% en esos períodos.
De acuerdo con el BID, este escenario presenta “grandes desafíos para el Estado y plantea la necesidad de una evolución en las políticas públicas y en las capacidades institucionales para apoyar la innovación”. Actualmente, la financiación de la I+D “sigue concentrada en instituciones públicas” del Gobierno o universidades hasta el punto de constituir el 59% del total, frente al 35% que suponen sus contribuciones en los países de la OCDE.
La cooperación del sector privado con estas instituciones es bastante deficiente, lo que complica aún más que se pueda cerrar la brecha. Una causa de ello puede ser el escaso reconocimiento por parte de las empresas de la importancia de la investigación para el aprendizaje y la innovación.
A esto se le suma la brecha digital que sufre la región frente a la adopción de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en los países de la OCDE, “a excepción de lo relacionado con la telefonía”, según el BID.

Brasil es el que invierte más en I+D. Brasil se ubica a la cabeza de los países que más invierten en I+D. Por ejemplo, en 2007, asumió el 60% de los gastos en I+D de toda la región con un 1,09% del PIB. Este año, destinó a tal fin el 1,2%, informó la CEPAL.

DESARROLLO SOSTENIBLE LATINOAMERICANO

En otra de las resoluciones aprobadas hoy, los países valoraron el período de sesiones de la Comisión como un espacio importante para llevar adelante los diálogos sobre la visión regional respecto de la agenda para el desarrollo después de 2015 y los objetivos de desarrollo sostenible.

De igual forma, los países pidieron a la CEPAL fomentar la cooperación regional en torno a la aplicación del principio 10 de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en América Latina y el Caribe. Actualmente 18 países de la región, con la CEPAL como secretaría técnica, se encuentran en proceso de adopción de un instrumento regional para la aplicación de este principio que busca fortalecer los derechos de acceso a la información, participación y justicia en asuntos ambientales.

Como parte de las resoluciones, se aprobó el programa de trabajo de la Comisión para el bienio 2016-2017 y se acogió en general el enfoque integrado del desarrollo contenido en el documento (PACTOS PARA LA IGUALDAD HACIA UN FUTURO SOSTENIBLE), presentado durante la cita en Perú.

En Latinoamérica hay dos grandes retos que enfrentar el desarrollo de América latina, logrando mayores grados de igualdad y procurar sostenibilidad en la dinámica del desarrollo de cara a las nuevas generaciones.
Latinoamérica tiene que responder a la sostenibilidad en materia social, económica, ambiental y de gobernanza de los recursos naturales, los desafíos que se están planteando en opciones estratégicas de desarrollo.

Latinoamérica en la última década tuvo una aumento considerable en su economía, pero se tiene que estar preparado para que en los años futuros los avances económicos, sociales se vean en base de una igualdad y la sostenibilidad ambiental, esto se debe asegurar en pactos que aseguren una fiscalidad redistributiva un incremento de la productividad, una mejor provisión de bienes y servicios públicos, una mayor gobernanza de los recursos naturales y un aumento y diversificación de la inversión. Estos pactos sociales deben a una visión de mediano y largo plazo.
La CEPAL ha dispuesto frente al desarrollo sostenible a futuro:

El consumo privado de bienes importados conlleva además una alta intensidad de gasto energético y contaminación ambiental, mientras que una solución pública con énfasis en alternativas compartidas generará menos emisiones y consumirá menos energía no renovable.


Para promover esta transformación, la CEPAL propone un pacto para la sostenibilidad ambiental que contemple la solidaridad con las generaciones futuras al gravar la contaminación y el consumo energético excesivo, por ejemplo, con cargas impositivas sobre los combustibles fósiles, y que incluya políticas.

ASPECTO SOCIAL LATINOAMERICANO

La crisis de igualdad Latinoamericana ha sido un hecho social integral el cual corresponde a todas las naciones que la conforman. Para que esta crisis que tiene Latinoamérica y lo que más preocupa  es la pobreza que se genera y que hoy en día va en aumento pero a quien le concierne este tema tan preocupante para Latinoamérica, ¡que más que al buen funcionamiento de cada institución de cada gobierno! Pero índices de corrupción en Latinoamérica son altos los cuales generan un problema para la misma sociedad, en donde todos los recursos que se generan no tienen como fin el cumplimiento de cada función como lo son: Educación, vivienda, salud ETC.

Pero para generar un desarrollo económico, social político y conllevar a una igualdad en todos los estados latinoamericanos y la igualdad en personas y aún con la naturaleza se necesita de una reestructuración básica como lo son valores y actitudes los cuales deben comenzar desde el hogar pero también se debe educar. Con acciones y compromiso permanente para construir una macroeconomía reformada para el desarrollo y la igualdad. Pero cabe notar que dentro de los objetivos que tiene Latinoamérica está en la medición y disminución de la pobreza. Pero si bien la prosperidad comienza por la salud, Latinoamérica deberá alcanzar objetivos estables para que cada persona pueda acceder a la salud como lo hacen economías desarrolladas. Pero estos problemas de salud tienen que comenzar desde el enfoque de cada país en los cuales muchos se observan sistemas de salud insuficientes para la demanda del mismo pueblo, de aquí debe partir los siguientes pasos para que Latinoamérica se vea envuelta en un mejor desarrollo.
Los cambios estructurales lo que deben buscar aumentos de productividad, inclusión social y economía a escala local y mundial atreves de actividades intensivas en conocimiento y rápido crecimiento de la demanda para así generar más y mejores empleos.

La CEPAL resalta que en la última década la región ha logrado una importante reducción de la pobreza, del desempleo y de la desigualdad de ingresos, mejoras en la cobertura educativa y de protección social, profundización de la democracia y consolidación de la estabilidad económica se estima que en 2013 la tasa de pobreza en América Latina fue de 27,9 % de la población, frente a 43,9 % que se registró en 2002. La tasa de desempleo, en tanto, fue de 6,4 % en 2012, mientras que en 2002 se situó en 11,2 %. El empleo ha sido, de hecho, el principal factor en la reducción de la pobreza y es, para la CEPAL, la llave maestra para la igualdad.

Otra factor social que ha interrumpido el crecimiento de las economías latinoamericanas ha sido los conflictos internos dentro de cada país, delincuencia, narcotráfico, guerrillas, se ven reflejados en mayores índices  pobreza, mayor desempleo, es un factor que se tiene que agregar para el estancamiento de la región. 


ASPECTO POLITICO LATINOAMERICANO

En el siglo XIX Latinoamérica  afronto a uno de los principales cambios para la historia, la independencia de Latinoamérica, seguido a la independencia viene el siglo XX el cual trae un significado para la conformación de cada país. Dentro de la región se vieron una serie de guerras las cuales estuvieron implicados varios países para su conformación territorialidad. Latinoamérica es muy joven ya que los años anteriores a la independencia estuvo subyugado por países conquistadores.
En el siglo XIX Latinoamérica ha tenido que afrontar una serie de acontecimientos uno de los más importantes a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX fue la separación de Panamá de Colombia.  EE.UU ha sido un país que influido en los intereses de cada país,  pasada la segunda Guerra mundial EE.UU se convierte no solo en la primera potencia del mundo pase a la guerra fría que sostuvo con la URSS, sino que también se convierte en la más importante economía del mundo por tal motivo Latinoamérica se convierte en el aliado principal o mejor la nueva neo colonia de EE.UU.

En los años 90 llega la apertura económica, comienzan retos para Latinoamérica, nuevos mercados por explorar, economías gigantes que se interesan cada vez más por los recursos de países subdesarrollados en Latinoamérica y con una desigualdad frente a estas superpotencias.

Con la llegada de la apertura económica Latinoamérica NO esta lista para las exigencias que trae
La globalización, con ella las problemáticas que vive cada país, como lo son: Bajo nivel de educación (Desigualdad en oportunidades para acceder a educación superior), Conflictos internos, Corrupción, falta de tecnología, subdesarrollo, pobreza.

Latinoamérica ha presentado  incrementos en su economía siendo ejemplo para Europa, pero su economía no ha vuelto a tener los incrementos han sido incrementos muy bajos y según la CEPAL estos incrementos han vuelto a ser mediocres. 

La CEPAL ha presentado una propuesta para avanzar a una integración regional la cual impulse el sector manufacturero, comercio industrial, la internacionalización de las pymes y el aumento del
Número de empresas exportadoras y de bienes exportados la cual es la integración regional.

Latinoamérica en la última década, la dinámica de integración que ha vivido ha tenido unas transformaciones importantes. Transformaciones que han permitido que se conozcan nuevos mercados nuevas oportunidades para diferentes países de Latinoamérica.

La visión de Latinoamérica se ha extendido a diferentes partes del planeta, mercados que aún faltan por explorar.

ASPECTO ECONOMICO LATINOAMERICANO

La economía latinoamericana es una economía diversa, y así mismo inestable, en lo referente a políticas monetarias en los países de la región. Dentro de la economía Latinoamericana hay 3 tipos de Sistemas económicos los cuales son:
Los netamente Capitalistas: Colombia, México, Panamá, Chile, Perú. Proteccionistas:  Argentina, Brasil, Uruguay, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Costa Rica,Economías Cerradas: Cuba, Venezuela, Nicaragua.

Se encuentra en Latinoamérica las economías de mayor tamaño las cuales son. Brasil, Seguida por México, Argentina y Colombia. Pero las economías más desarrolladas en términos de PIB per cápita son Chile, Argentina y Uruguay.
Hasta los años 90 México ocupaba el primer lugar como economía de mayor tamaño en Latinoamérica puesto que está en una zona territorial bien ubicada al tener  a la más grande economía del mundo EE.UU. Pero nos damos cuenta que en el nuevo siglo otras economías han venido despertando como es el caso de Brasil que es la economías más importante de Latinoamérica en este momento, y está situada  dentro de las diez economías más importantes del planeta, sabemos que Brasil tiene una de las más grandes reservas naturales del mundo que esto puede traer riquezas extraordinarias a un país, cabe anotar que los recursos se deben cuidar al máximo ya que estos recursos no se volverán a recuperar.

Economías como la chilena que se destaca por tener la mejor innovación de Latinoamérica y dando lugar a negocios no solo en nuestro continente sino que ha incursionado en mercados de otros continentes y así mismo compra de empresas lo han convertido hoy en día como una de las economías más dinámicas y desarrolladas de Latinoamérica, La economía latinoamericana durante el siglo pasado era una economía selectiva de mercados y eran siempre los mismos, EE.UU,  países de la región o países vecinos ,pero  con los problemas políticos que se han generado entre los mismos, y la innovación, estrategias que ha exigido el mercado, y la necesidad que se tiene para que las economías latinoamericanas crezcan y se desarrollen, por tal motivo Latinoamérica se ha lanzado a la conquista de mercados los cuales nunca se habían ocupado, como mercados Europeos  permitiendo acceder a estos con tratados de libre comercio, en bloques comerciales , mercados asiáticos que han se han desarrollado  de una manera muy rápida como lo son China, India, Corea entre otros. Cabe notar que la competencia que tenemos con estos países industrializados es notoria. Pero esto permite que en Latinoamérica se estén implementando mecanismos para que los productos bienes y servicios  latinoamericanos lleguen a ser tan competitivos como los mercados que son netamente competitivos.

También países de todo el mundo han puesto los ojos en Latinoamérica para inversión extranjera que ha proporcionado una mayor llegada de inversión a Latinoamérica, Cabe anotar que en los años 90 Latinoamérica no lo veía pero hoy en día vemos que economías como la chilena la peruana y la colombiana en las cuales se han vuelto muy vistas a los ojos de los inversionistas. La mexicana y la brasileña han sido las más importantes de inversión extranjera.

Aun la salida de inversión extrajera latinoamericana se ha duplicado del 2007 al 2012.

LATINOAMERICA 1980

La crisis de la deuda latinoamericana fue una crisis financiera que ocurrió a inicios de los años 80 (y en algunos países desde los años 70), a menudo conocida como la "década perdida de América Latina", cuando los países latinoamericanos alcanzaron un punto en donde su deuda externa excedió su poder adquisitivo y no eran capaces de pagar los compromisos adquiridos.
Cuando la economía mundial entró en recesión en los años 70 y 80 y los precios del petróleo se dispararon, se creó un punto muerto para la mayoría de los países de la región. Los países en vías de desarrollo también se encontraron en una desesperada crisis de liquidez. Los países exportadores de petróleo -abundantes en dinero luego de las alzas en el precio de dicha materia prima en 1973 y 1974- invirtieron su dinero en bancos internacionales, que "reciclaron" la mayor parte del capital en forma de préstamos a los gobiernos latinoamericanos. Dado que las tasas de interés aumentaron en los Estados Unidos y en Europa en 1979, los pagos de deudas también aumentaron, por lo que fue más difícil para los países pagar las deudas contraídas. El deterioro del tipo de cambio con el dólar estadounidense significó que los gobiernos latinoamericanos terminaran debiendo enormes cantidades de sus monedas nacionales, por lo que se perdió el poder adquisitivo. La contracción del comercio mundial en 1981 hizo que los precios de las materias primas (la mayor exportación de América Latina) cayeran.

Mientras la peligrosa acumulación de deuda externa se produjo durante varios años, la crisis de la deuda comenzó cuando los mercados internacionales de capitales se dieron cuenta de que América Latina no sería capaz de pagar sus préstamos. Esto ocurrió en agosto de 1982, cuando el secretario de Hacienda de México, Jesús Silva-Herzog Flores, afirmó que el país ya no sería capaz de pagar su deuda. México declaró que no podía cumplir con las fechas de vencimiento de los pagos, y anunció unilateralmente una moratoria de 90 días, también solicitó una renegociación de los plazos de pago y nuevos préstamos con el fin de cumplir sus obligaciones previas.
Los bancos tuvieron que reestructurar de alguna forma las deudas para evitar el pánico financiero; esto usualmente involucró nuevos préstamos con condiciones muy estrictas, así como la exigencia de que los países deudores aceptaran la intervención del FMI

La crisis de deuda de 1982 fue la más seria en la historia de América Latina. Los ingresos se desplomaron; el crecimiento económico se estancó; debido a la necesidad de reducir las importaciones, el desempleo aumentó a niveles alarmantes; y la inflación redujo el poder adquisitivo de las clases medias. En respuesta a la crisis la mayoría de las naciones debieron abandonar sus modelos económicos de industrialización por sustitución de importaciones y adoptaron una estrategia de crecimiento orientada por las exportaciones, estrategia fomentada por el Fondo Monetario Internacional, aunque hubo excepciones como Chile o Costa Rica que adoptaron estrategias reformistas. Un proceso masivo de fuga de capitales, particularmente a los Estados Unidos, produjo una depreciación de las tasas de cambio, aumentando el tipo de interés real. La tasa de crecimiento real del PIB (Producto Interno Bruto) para la región fue de sólo 2,3% entre 1980 y 1985. Entre 1982 y 1985, América Latina pagó 108 mil millones de dólares

Es necesario subrayar, dentro de las principales características económicas de América Latina luego de 1980, que la crisis que comenzó a principios de esa década estableció un período particularmente complejo en las economías de la región que requirió la aplicación de ajustes macroeconómicos. La mayoría de los países latinoamericanos se vio forzada a llevar a cabo dichos ajustes con el propósito de crear mayor estabilidad macroeconómica, lo que a su vez permitiría una mejor inserción en el mercado internacional y un crecimiento económico sostenible. Los cambios del ajuste hicieron énfasis en la política económica, en los compromisos de los gobiernos a mantener la continuidad de los programas de reforma y al hecho de que muchos de los cambios en varias naciones dependieron al final de la mejora en las condiciones económicas internacionales.
El factor más visible de la crisis, dentro de las condiciones domésticas de las naciones, fue la deuda externa. Entre 1978 y 1981, la región cosechó los beneficios de una mejora en los términos de intercambio del mercado internacional para sus exportaciones y de una generosa dotación de créditos internacionales especialmente por parte del sector privado. Estas condiciones posibilitaron que la región implementara políticas económicas expansivas, las cuales a su vez hicieron que 11 países latinoamericanos mantuvieran tasas de crecimiento económico por arriba de 4 por ciento (véase Tabla 3). En la mayoría de los casos, empero, estos logros se vieron acompañados de un excesivo déficit en las balanzas de pagos. Como resultado de ello, 15 países llegaron a tener un déficit en las cuentas corrientes que sobrepasaban el 4 por ciento de su PIB y, en 10 de esos casos, el déficit llegó a estar sobre el 5 por ciento del PIB hasta 1990. Entre sus repercusiones se registró una importante reducción en el PIB per cápita y el consumo interno. El coeficiente de inversión en la región cayó de manera constante, alcanzando sus mínimos niveles en 1987. A partir de este año este indicador ha experimentado una lenta recuperación, hasta alcanzar un 22 por ciento del PIB para 1989. No obstante, este último nivel ha mejorado, encontrándose por debajo de las cifras que se tenían a principios de los ochentas.

La naturaleza extraordinaria de los problemas regionales de los ochenta se reflejó de manera simultánea y sostenida en un descenso de los indicadores económicos y sociales de América Latina. Se tuvo un decaimiento significativo en términos de producción, es decir, un severo descenso en las tasas de crecimiento. La situación del empleo se vio afectada significativamente y los salarios reales declinaron en la medida que la inflación aumentaba y los problemas de la economía internacional se profundizaban.

LATINOAMERICA 1930 -1960

América Latina sufrió muchos cambios entre los años 1930 y 1960 para empezar sufrió una época dictatorial muy tajante por la que posteriormente hubo una gran crisis económica. Posteriormente surgieron muchas corrientes populistas en contra de gobiernos que abusaban de su poder, entre ellas el populismo. Años más tarde América Latina se vio afectada por la etapa posterior a la revolución cubana.
En conclusión este fue uno de los períodos más complejos de la historia contemporánea de América Latina, pues se trata de años en los que las crisis económicas, las guerras mundiales y una serie de acontecimientos internacionales de enorme importancia histórica, afectaron con profundidad y amplitud a las sociedades latinoamericanas.
Los años 1930-1960 pueden ser considerados años transicionales entre el viejo modelo agro exportador y el modelo desarrollista que se anuncia con la sustitución de importaciones

El período que estudiamos exhibe un robusto abanico de dictaduras diseñadas, sostenidas y reproducidas por los políticos, los generales y los tecnócratas del Gobierno de los Estados Unidos, que arribaron a la triste conclusión de que América Latina les pertenecía, y que, por ello, era requisito indispensable escogerle el camino indicado para alejarla de conflictos posibles con Washington. En esta ciudad pensaron, entonces, que los mejores aliados para lograr tal propósito eran los dictadores latinoamericanos. La inestabilidad económica que va aparejada a la mayor parte de los regímenes dictatoriales que surgen después de la Primera Guerra Mundial en Latinoamérica, encontró en la Gran Depresión de los años treinta, el contexto ideal para cristalizar los proyectos represivos que traían una trayectoria bastante errática desde finales del siglo XIX, debido, posiblemente, a lo que algunos consideraban los delirios liberales de un sector de las oligarquías vinculados con los mercados internacionales.
Existe un diccionario de política que define al populismo de la siguiente manera: “Término que se aplica generalmente a los movimientos políticos basados en la defensa de los intereses y aspiraciones primarios de las masas populares y que se caracterizan por su oposición a la democracia formal y su ataque a las elites de la sociedad y a los extranjeros. Se apoya en los movimientos de grandes masas y utiliza la iniciativa popular y la consulta directa, fácilmente manipulables por el poder. Puede considerarse como una forma extrema de democracia, en la que aparecen elementos fascistas y cuyo discurso político se caracteriza por su extrema simplicidad y por la tendencia demagógica del líder. El populismo es un fenómeno que apareció como consecuencia de la modernización económica del campo y la movilización política de las masas”.

Por todo esto es posible sostener que el populismo latinoamericano fue en realidad la primera víctima propiciatoria del imperialismo de Guerra Fría, en momentos en que los desplantes autoritarios del líder populista, reducían los márgenes de negociación factible con los viejos sectores de las élites agro exportadoras. Éstas, a su vez, mientras manifestaban abiertamente su repugnancia de acercarse a los campesinos, a los trabajadores, o a los habitantes marginales de las ciudades, con supina displicencia aceptaban el intervencionismo norteamericano como salvador y redentor de la cuota de poder de que habían sido despojadas.
Tal fue el caso de Guatemala, Bolivia, Ecuador, Colombia, y otros países donde el capital extranjero había logrado armar una alianza de clase realmente agresiva, que bloquearía cualquier intento procedente de las fracciones industriales nacionalistas, del movimiento obrero y campesino, así como de los militares independentistas que buscaban una nueva forma de capitalismo, tal vez más atemperado y con mayor capacidad inclusiva. Sin embargo, como lo demostraría el neoliberalismo, dicho sueño utópico, a pesar de contar con un apoyo masivo importante, y de beneficios electorales sin precedentes, no tenía ningún sentido, pues las burguesías transnacionales, contra todo prurito nacionalista, defenderían sus ganancias a cualquier costo político, ideológico y militar. En América Latina, esos son los años en que la industrialización, la migración, la urbanización y el crecimiento económico tuvieron efectos decisivos sobre el comportamiento de las masas de trabajadores, campesinos y burócratas que hacían un ingreso irreversible en el desarrollo histórico de estos países.
No sólo se modificaron a fondo los patrones de consumo, y de crecimiento (el cual entre 1913 y 1980 experimentó una subida constante, y pudo haber alcanzado tasas del 6% anual entre 1950 y 1980), sino que también las costumbres de la vida cotidiana, la cultura política y las convicciones ideológicas y culturales de amplios sectores de la población experimentaron una transformación sustancial. Entre 1940 y 1960, el porcentaje de habitantes latinoamericanos en las zonas urbanas aumentó del 33% al 44%.

CONCLUSIÓN
Latinoamérica 1930/1960: estado y populismo en América latina. La depresión económica de 1929 causo gran impacto en América latina. La economía latina americana reorienta su modelo y estrategias económicas afianzando el modelo exportador o desarrollando procesos de industrialización, sustituida con un fuerte apoyo del estado.
Los golpes del estado fueron la respuesta política inmediata a la crisis económica, sin embargo el sistema dio paso a un diseño político basado fundamentalmente en el esquema populista y multiclasista. Surgen nuevos sectores políticos ligados a la estructura del poder.