sábado, 24 de mayo de 2014

LATINOAMERICA 1930 -1960

América Latina sufrió muchos cambios entre los años 1930 y 1960 para empezar sufrió una época dictatorial muy tajante por la que posteriormente hubo una gran crisis económica. Posteriormente surgieron muchas corrientes populistas en contra de gobiernos que abusaban de su poder, entre ellas el populismo. Años más tarde América Latina se vio afectada por la etapa posterior a la revolución cubana.
En conclusión este fue uno de los períodos más complejos de la historia contemporánea de América Latina, pues se trata de años en los que las crisis económicas, las guerras mundiales y una serie de acontecimientos internacionales de enorme importancia histórica, afectaron con profundidad y amplitud a las sociedades latinoamericanas.
Los años 1930-1960 pueden ser considerados años transicionales entre el viejo modelo agro exportador y el modelo desarrollista que se anuncia con la sustitución de importaciones

El período que estudiamos exhibe un robusto abanico de dictaduras diseñadas, sostenidas y reproducidas por los políticos, los generales y los tecnócratas del Gobierno de los Estados Unidos, que arribaron a la triste conclusión de que América Latina les pertenecía, y que, por ello, era requisito indispensable escogerle el camino indicado para alejarla de conflictos posibles con Washington. En esta ciudad pensaron, entonces, que los mejores aliados para lograr tal propósito eran los dictadores latinoamericanos. La inestabilidad económica que va aparejada a la mayor parte de los regímenes dictatoriales que surgen después de la Primera Guerra Mundial en Latinoamérica, encontró en la Gran Depresión de los años treinta, el contexto ideal para cristalizar los proyectos represivos que traían una trayectoria bastante errática desde finales del siglo XIX, debido, posiblemente, a lo que algunos consideraban los delirios liberales de un sector de las oligarquías vinculados con los mercados internacionales.
Existe un diccionario de política que define al populismo de la siguiente manera: “Término que se aplica generalmente a los movimientos políticos basados en la defensa de los intereses y aspiraciones primarios de las masas populares y que se caracterizan por su oposición a la democracia formal y su ataque a las elites de la sociedad y a los extranjeros. Se apoya en los movimientos de grandes masas y utiliza la iniciativa popular y la consulta directa, fácilmente manipulables por el poder. Puede considerarse como una forma extrema de democracia, en la que aparecen elementos fascistas y cuyo discurso político se caracteriza por su extrema simplicidad y por la tendencia demagógica del líder. El populismo es un fenómeno que apareció como consecuencia de la modernización económica del campo y la movilización política de las masas”.

Por todo esto es posible sostener que el populismo latinoamericano fue en realidad la primera víctima propiciatoria del imperialismo de Guerra Fría, en momentos en que los desplantes autoritarios del líder populista, reducían los márgenes de negociación factible con los viejos sectores de las élites agro exportadoras. Éstas, a su vez, mientras manifestaban abiertamente su repugnancia de acercarse a los campesinos, a los trabajadores, o a los habitantes marginales de las ciudades, con supina displicencia aceptaban el intervencionismo norteamericano como salvador y redentor de la cuota de poder de que habían sido despojadas.
Tal fue el caso de Guatemala, Bolivia, Ecuador, Colombia, y otros países donde el capital extranjero había logrado armar una alianza de clase realmente agresiva, que bloquearía cualquier intento procedente de las fracciones industriales nacionalistas, del movimiento obrero y campesino, así como de los militares independentistas que buscaban una nueva forma de capitalismo, tal vez más atemperado y con mayor capacidad inclusiva. Sin embargo, como lo demostraría el neoliberalismo, dicho sueño utópico, a pesar de contar con un apoyo masivo importante, y de beneficios electorales sin precedentes, no tenía ningún sentido, pues las burguesías transnacionales, contra todo prurito nacionalista, defenderían sus ganancias a cualquier costo político, ideológico y militar. En América Latina, esos son los años en que la industrialización, la migración, la urbanización y el crecimiento económico tuvieron efectos decisivos sobre el comportamiento de las masas de trabajadores, campesinos y burócratas que hacían un ingreso irreversible en el desarrollo histórico de estos países.
No sólo se modificaron a fondo los patrones de consumo, y de crecimiento (el cual entre 1913 y 1980 experimentó una subida constante, y pudo haber alcanzado tasas del 6% anual entre 1950 y 1980), sino que también las costumbres de la vida cotidiana, la cultura política y las convicciones ideológicas y culturales de amplios sectores de la población experimentaron una transformación sustancial. Entre 1940 y 1960, el porcentaje de habitantes latinoamericanos en las zonas urbanas aumentó del 33% al 44%.

CONCLUSIÓN
Latinoamérica 1930/1960: estado y populismo en América latina. La depresión económica de 1929 causo gran impacto en América latina. La economía latina americana reorienta su modelo y estrategias económicas afianzando el modelo exportador o desarrollando procesos de industrialización, sustituida con un fuerte apoyo del estado.
Los golpes del estado fueron la respuesta política inmediata a la crisis económica, sin embargo el sistema dio paso a un diseño político basado fundamentalmente en el esquema populista y multiclasista. Surgen nuevos sectores políticos ligados a la estructura del poder.

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